Recuerdos de cine
Mis primeros recuerdos cinematográficos se remontan a una vieja televisión en blanco y negro en la que pude ver mis primeras películas. Es costoso rememorar hechos tan lejanos y borrosos, pero sí soy capaz de visualizar en mi memoria aquel robusto televisor “Iberia” de madera que estaba ubicado junto a una pared, casi enfrente de la puerta del salón contigua al sofá en el que nos sentábamos. Nos mandaban temprano a dormir, pero algunas noches mi hermano y yo salíamos a hurtadillas de la cama y nos acomodábamos como buenamente podíamos en el suelo del pasillo, junto a la puerta del salón, donde nuestros padres no podían vernos, pero nosotros sí podíamos ver la tele a escondidas. No resultaba demasiado práctico, porque tarde o temprano mi padre o mi madre se levantaban para ir a la cocina o al cuarto de baño y nos sorprendían en flagrante delito de voyeurismo cinéfilo y éramos inmediatamente condenados y conminados, en sumarísima regañina, a volver a la cama. Vi var